Líquida

Al agua no le importa si fluye o se estanca, siempre termina siendo generosa. Acoplándose y haciéndose esencial, podemos afirmar que ya no somos nada sin ella. Flexible y viva, muta sin esfuerzo ni resistencia. Esta obra está dedicada a esos que han tenido que aprender a moverse como el agua, a todo aquel que se haya sentido prisionero de jaulas invisibles, que pueden ser las más asfixiantes. Jaulas-rótulos de identidad, de las buenas costumbres o de la norma general. Está dedicada a quienes están buscando soltarse del yugo del patriarcado y de las pseudolibertades capitalistas; a todos aquellos que están tratando de hacer habitables sus propias vidas, abriendo así caminos a la posibilidad de ser de otros tantos que vendrán.